Merecidos reconocimientos

Esta semana la Defensoría del Pueblo, otorgó las Medallas "Defensoría del Pueblo", galardón correspondiente al año 2007, a dos personalidades del ámbito religioso, el padre Gustavo Gutiérrez y María Estrella Valcárcel más conocida (y querida) por los ayacuchanos como la "madre Covadonga".

El padre Gutiérrez, es conocido por ser propulsor la Teología de la Liberación dentro de la doctrina de la Iglesia Católica, y recordados son también sus encontronazos, con el entonces "guardián" de la Doctrina de la Fe, el cardenal Joseph Ratzinger, hoy papa Benedicto XVI. Gustavo Gutiérrez es un incansable luchador por el respeto de los derechos humanos, pero sobre todo en ladefensa de la condición y dignidad de las personas menos favorecidas.

Además siempre identificado con el problema de la violencia terrorista, nuca estuvo ajeno a ello. Luego del atentado de la calle Tarata, escribió:

"Frente a los horrendos hechos de estos días, se dice con frecuencia que no hay palabras para expresar la reacción que esos crímenes provocan.... El horror que vuelve taciturno y la falsedad que desgasta el lenguaje son a la vez efecto y causa del miedo cerval y la desconfianza radical que avanza incontenibles en el país. Ambos dejan desamparada a la sociedad, en particular a aquellos —la inmensa mayoría— que tienen poca o no poseen ninguna posibilidad de mitigar el desastre o de escapar de él. Sin lugar a dudas atravesamos una grave crisis. ... Nuestra inmadurez como nación nos hace difícil afrontar con eficacia los retos actuales, nos estamos más bien quebrando ante su virulencia....Una de las más trágicas consecuencias de lo que vivimos al presente es el escepticismo que produce sobre las posibilidades de construir un país distinto, dice, y llama a no perder esa esperanza"

* Tomado el Informe Final de la Comisión de la Verdad, Cap III, p 415

Por su parte, la "madre Covadonga" dominica con 36 años de labor pastoral en Ayacucho, ha consagrado su vida en la asistencia y defensa de los desprotegidos, aún en los momentos más álgidos del terrorismo, ella cuenta:

"15 años de terrorismo me han enseñado que no hay como la bondad y la ternura para ablandar a la gente... claro, a veces doy cocachos, pero de cariño. De mi boca no salen insultos ni nada feo. Si quiero bondad no puedo decir nada que rebaje a nadie"

* Tomado de Caretas 1568

Dos muestras claras que nos enseñan que dentro de la Iglesia Católica , existen personas con mucho amor al prójimo, que se entregan, en cuerpo, alma y mente a luchar contra las injusticias, la desigualdad, y la intolerancia, dos casos que nos reconcilian a los agnósticos a creer un poco más que la bondad proviene de ese Dios, al que tanto daño hacen muchos otros dentro de la misma organización, con sus malas artes, sus desviaciones y apetitos oscuros.

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