Hoy se cumplen 5 años de la entrga del Informe Final de la Comisión de la Verdad, y este hecho ha marcado la agenda de la semana. Bueno fuera por la importancia que debería tener para todos nosotros las conclusiones a las que se llegaron, o preguntarnos que tanto se ha hecho, no sólo a nivel de Estado, sino nosotros mismos, el si hemos llegado a comprender y valorar lo que pasó. Por el contrario este hecho ha sido marcado más por aquellos que se niegan a reconocer la verdad y únicamente atacan, sin sustento, más por miedo a la responsabilidad, o acostumbrada soberbia.
Los ataques no ha cesado desde la semana pasada, ocraM los reseña de buena forma aquí. Sería muy sano, para todos, detenernos un momento a pensar en cuanto daño, como nación, como sociedad, como personas, nos hizo la cruenta guerra interna. Detenernos a reflexionar (todos: los que de manera directa afectó el conflicto y a los que preferimos voltear la mirada para no saber) que ya fue suficiente guerra, suficientes heridas, suficientes peleas.
"Un pueblo que olvida su historia está condenado a repetirla" dice el dicho, y el tema aquí no es olvidar lo que pasó, sino comprender porqué pasó y qué hacer para que nunca vuelva a pasar. Extraigo sólo dos pasajes muy dramáticos:
En las ciudades nadie expresaba abiertamente su desacuerdo con Sendero Luminoso, ni obstruía sus disposiciones. No por complicidad sino por prudencia. Por eso los jueces eran magnánimos con los acusados de terrorismo y en lagunos colegios los estudiantes cantabas himnos del partido. Un maestro, Rómulo Córdova, se negó a leer una proclama senderista a sus alumnos, sabiendo que podía morir. Su heroísmo no fue reconocido públicamente y ni siquiera existe un retrato suyo en el aula del Centro Educativo 30174 de Pomacocha, un distrito de Vischongo (Ayacucho) donde fue asesinado a tiros.
(...)
Las patrullas llegaron a la casa, una típica cabaña solitaria en la cumbre de una colina, y detuvieron allí a tres personas, sin impedir que se fugaran algunas otras (...) un sargento interrogaba a uno de los detenidos, un campesion sesentón, con poncho y sombrero.
- No sé por donde se han ido papay - decía el campesino.
El sargento extrajo de su cinto un cuchillo de comando, que tiene una brújula en el mango y una hoja de punta curva con dientes afilados. Sin decir una palabra tomó la oreja del viejo y se la serruchó. El hombre dió un alarido y se puso a gritar. Brillaron al sol los borbotones de sangre sobre la palpitante cresta (...) (el sargento) ¡se disponía a cortar la otra oreja! El hombre gritó:
- Por ahí se fueron. Por ahí
- Ah mierda a que no sabías, ¿no? Vamos a buscar contigo a los que se fugaron, pero antes quiero que te comas tu oreja - se la metió a la boca, a presión. Luego le apuntó a la cabeza con una pistola - Cómetela, mierda. El viejo no podía comerse la oreja de un solo bocado. Era demasiado grande - Cómetela, mierda - repitió el sargento.
Muerte en el Pentagonito - Ricardo Uceda.
Por otro lado, recordar, es también honrar a las víctimas, a aquellos campesinos que Sendero asesinó sin piedad, a aquellos hombres, mujeres y niños humildes que murieron a manos de terroristas preguntándose ¿por qué?, a aquellos valientes policías y militares que en defensa de la sociedad dejaron sus vidas, sus sueños y sus esperanzas, y por supuesto a todos aquellos inocentes que murieron bajo las toruras y el terror de malos elementos de las fuerzas armadas azusados por políticas de estado execrablemente violatorias.
A todos ellos nuestro homenaje y recuerdo. Y a aquellos que temen, o que en su soberbia infinita no aceptan la verdad, pues ya es hora de dejar de lado sus egoísmos e injusticias y que buscando una verdadera reconciliación acepten la responsabilidad de cada quien en esos momentos duros y tristes.
Imagen: Derechos Humanos en línea PUCP
Link: Donayre se niega pedir disculpas por excesos militares
Link: Vicepresidente colombiano aduce que CVR polariza al país
Link: Rosa Villarán: Sí hay avances en el tema de la reconciliación
Link: Y como no podía ser de otro modo, ministro Rey pide felicitar a FF.AA.
Link: Salomón Lerner a 5 años del Informe
Link: Con verdad pero sin reconciliación
Link: ¿Y porque no? Alditus para variar
Del blogueril: 5 años después
Del blogueril: Los desaparecidos de la CVR
Tags: CVR quinto aniversario derechos humanos impunidad olvido perú
0 Tuvieron algo que decir:
Publicar un comentario