Ayer ya fue demasiado. Fue deprimente ver al ministro de Justicia, quizá hasta este momento uno de los personajes más salvables del gabinete Velásquez, tratar de sostener una norma, que a todas luces se cae de haber sido digitada para fines muy puntuales.
Ya muchos analistas han advertido de las graves consecuencias de aplicar la norma, la cual está estableciendo una situación de excepción, puesto que sostiene que los militares y policías con juicios por violación de Derechos Humanos pueden verse librados de sus juicios a los 14 meses de no recibir sentencia.
Esto es grave por donde quiera que se vea, como bien anota el amigo Godoy, sobre todo por los beneficiados que solapa nomás estarían siendo librados de sus roches de años pasados, Giampietri, o descubrir a los propulsores de este tipo de normas de siempre, el ministro Rey.
Para la buena salud de este gobierno que se juega los descuentos, se debería derogar la norma y dejar de intentar hacer pasar de contrabando normas peligrosas para la estabilidad jurídica, aprovechando el run run electoral.
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